lunes, 9 de noviembre de 2009

Evaluación docente:orientaciones para revisar el propio trabajo

La evaluación docente constituye un tema complejo dentro de los ámbitos del actual sistema educacional, principalmente debido a las múltiples inquietudes que suscita entre profesores y profesoras, generalmente poco habituados a este tipo de procedimientos. Es por ello que en este artículo se ofrecen algunas orientaciones que buscan bajar los niveles de ansiedad frente al tema, con énfasis en las instancias del portafolio y la clase filmada.




Al hablar de evaluación docente, es importante situar el proceso en el marco de las perspectivas más actuales sobre esta fase de la actividad educativa.

Durante mucho tiempo ha estado instalada una noción sobre evaluación centrada en la detección de la presencia o ausencia de logro en un determinado ámbito, a partir de la cual simplemente se sanciona y se excluye a aquellos que no alcanzaron las conductas esperadas. Esta perspectiva genera temor frente a la evaluación, ya que aparece íntimamente ligada a la noción de fracaso. En tanto esta mirada sigue instalada en muchos contextos, tanto a nivel de los docentes como de los estudiantes, la idea de ser evaluados provoca en los profesores y profesoras cierto nivel de ansiedad.

Es debido a esto que resulta necesario contextualizar la evaluación docente en el enfoque que realmente la sustenta, que es muy diferente al anteriormente descrito. En la actualidad la evaluación no se entiende como una actividad de carácter punitivo, sino como un dispositivo más al servicio del aprendizaje.

Desde este punto de vista, una evaluación no tiene sentido si no resulta un aporte para mejorar aquellos aspectos considerados como débiles y para reforzar los puntos positivos. Además, si el objetivo de la evaluación es constatar el grado de dominio con respecto a una serie de aprendizajes, debe ser necesariamente un proceso transparente, es decir, lo que se espera en una evaluación debe darse a conocer con anterioridad a los evaluados.

En este sentido, el proceso de evaluación docente contempla la transparencia como principio central, puesto que señala que todo lo que se espera de los docentes se encuentra referido en los dominios y criterios del Marco Para la Buena Enseñanza. Los profesores y profesoras tienen acceso a este documento, de manera que pueden conocer aquellos aspectos con los que deben cumplir a la hora de ser evaluados. Todos los instrumentos considerados en el proceso (Portafolio, Pauta de Autoevaluación, Entrevista por el Evaluador Par e Informes de Referencia a Terceros) están elaborados de acuerdo a dicho marco.

Además, la evaluación docente también se sustenta sobre la dimensión formativa de esta práctica, ya que de sus resultados emergen una serie de instancias asociadas a la necesaria retroalimentación y a la mejora de los aspectos más deficitarios. Cada docente evaluado recibe un informe individual durante la última semana de marzo del año posterior a la evaluación. Dicho informe “consiste en un documento de aproximadamente 6 ó 7 páginas, que reporta los resultados obtenidos por el docente en los distintos instrumentos”, de manera que sea posible para el profesor o profesora conocer aquellos puntos que necesita mejorar y tomar medidas a partir de ello. Por otra parte, los docentes que obtengan un buen resultado pueden optar a los beneficios de la Asignación Variable por Desempeño Individual (AVDI), que implica mejoras en su remuneración. Por último, aquellos docentes que presentan un resultado situado en los niveles Básico o Insatisfactorio, acceden a los Planes de Superación Profesional (PSP) sin costo alguno, de manera que puedan perfeccionarse y obtener un mejor resultado en la evaluación siguiente.

Por lo tanto, estos aspectos son un primer punto para estar más tranquilos frente a esta instancia de evaluación, ya que lo que se espera es una mejora en el sistema educativo y no simplemente la exclusión a partir del fracaso. Es por ello que todos los participantes del proceso tienen acceso a los criterios de evaluación y, además, reciben una retroalimentación que permite aprender a partir de las debilidades detectadas.

Portafolio

Debido a la extensión y a la cantidad de campos contemplados dentro de este instrumento, suele ser uno de los que provoca mayor dificultad. A continuación se señalan algunos puntos a tener en cuenta en cada una de las secciones del portafolio:

Sección I: Información general sobre la unidad implementada

Sección II: Descripción de dos clases implementadas y fotocopia de los recursos de aprendizaje utilizados

Sección III: Análisis de la unidad pedagógica implementada

Sección IV: Instrumento de evaluación de la unidad

Sección V: Reflexión sobre el propio quehacer docente

Clase filmada

El carácter presencial e inmediato de esta fase de la evaluación docente también provoca mucha preocupación entre profesores y profesoras. Revisa aquí los puntos claves para tener tranquilidad ante el requisito de la clase filmada.

Dudas y consultas

Los docentes pueden solucionar sus inquietudes acerca de la evaluación consultando la sección “Preguntas frecuentes” del sitio www.docentemas.cl, escribiendo al centro de contacto de dicho sitio (http://www.docentemas.cl/contactenos.php), o llamando al teléfono 600 222 0011 (de 9:00 a 19:00 hrs.).

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